Valença (Portugal)
Valença do Minho, es un pequeño pueblo ubicado en la parte norte de Portugal y muy visitado por los turistas que visitan las Rias Baixas. Esta ubicado frente a la monumental Villa Gallega de Tuy al otro lado del rio Miño, unidos a España por dos puentes, el moderno y el antiguo diseñado por Eiffel.
Valença fue en otros tiempos muy importante por su carácter fronterizo, desarrollando una gran actividad comercial y estratégica, siendo su fortaleza una de las más importantes de Portugal. En la actualidad sus estrechas calles están atiborradas de bazares donde se pueden comprar: sábanas, cubre camas , toallas, edredones, alfombras, etc. También hay ropa como cazadoras, camisetas, pijamas, algo de mobiliario, antigüedades y perfumería todo a muy buen precio.
El castillo y en general toda la fortaleza son del siglo XVII y está construida en piedra, en la que se conservan 4 puertas de acceso y 12 baluartes. Se puede llegar en coche y aparcar dentro del recinto amurallado, ya que existen semáforos para regular el tráfico pues sus puertas son muy pequeñas y solo hay espacio para un coche, sus calles son todas empedradas y estrechas.
Valença do Minho, es un pequeño pueblo ubicado en la parte norte de Portugal y muy visitado por los turistas que visitan las Rias Baixas. Esta ubicado frente a la monumental Villa Gallega de Tuy al otro lado del rio Miño, unidos a España por dos puentes, el moderno y el antiguo diseñado por Eiffel.
Valença fue en otros tiempos muy importante por su carácter fronterizo, desarrollando una gran actividad comercial y estratégica, siendo su fortaleza una de las más importantes de Portugal. En la actualidad sus estrechas calles están atiborradas de bazares donde se pueden comprar: sábanas, cubre camas , toallas, edredones, alfombras, etc. También hay ropa como cazadoras, camisetas, pijamas, algo de mobiliario, antigüedades y perfumería todo a muy buen precio.
El castillo y en general toda la fortaleza son del siglo XVII y está construida en piedra, en la que se conservan 4 puertas de acceso y 12 baluartes. Se puede llegar en coche y aparcar dentro del recinto amurallado, ya que existen semáforos para regular el tráfico pues sus puertas son muy pequeñas y solo hay espacio para un coche, sus calles son todas empedradas y estrechas.
Sus viejas casas revestidas de azulejos, los retablos e imágenes de madera policromada de sus iglesias, las vistas del Miño desde algún rincón de la fortaleza, y sus rústicos mesones, son una clara invitación para pasear este hermoso rincón portugués.
No hay comentarios:
Publicar un comentario