sábado, 8 de agosto de 2009

Patones de Arriba (Madrid)

Patones de Arriba
(Madrid)


Dividido en dos barrios, el de arriba y el de abajo, sus casas se caracterizan por el uso de la pizarra y la piedra. Los bellos parajes naturales de sus alrededores son otro de los atractivos de esta pequeña localidad. En la actualidad es uno de los destinos más visitados de la Comunidad de Madrid por los amantes de la naturaleza y el buen comer.





Cuenta con una bella iglesia románica y varios restaurantes donde se sirven platos de la cocina regional. En su gastronomía son destacables las hierbas naturales y la miel.

Toda la villa de arriba posee un pintoresco aspecto de calles enlosadas y con grandes cuestas y de casas de piedra y pizarra, lo que le confiere un curioso atractivo.

Otros sitios de interes son:
El embalse de El Atazar
El embalse se encuentra situado a lo largo de la rivera del Lozoya, sólo accesible a pié desde la presa del pontón o los caminos de servicio de Canal de Isabel II.


Iglesia de San José
Iglesia de nave cubierta con cielo raso, coro y torre a los piés, se solicitó su construcción al Arzovispo de Toledo en 1653, pero actualmente se ha transformado como Centro de Iniciativas turísticas, culturales, etc. La actual Iglesia Parroquial de San José, en Patones de abajo, posee un coro en alto de madera e imágenes modernas.

Cueva del Reguerillo
A pesar de que se puede visitar sin necesidad de guías ya que su entrada es libre, es recomendable conocerla en compañía de alguien que sepa por donde está yendo. Sus 300 metros de galerías albergan pinturas rupestres que representan monos, ciervos, mamuts, peces y figuras humanas.

Embalse de La Parra
Se puso en funcionamiento a primeros de siglo y sustituyó a la presa del Pontón cuando se vio a los pocos años que no era operativo por la porosidad del suelo.


Chinchon (Madrid)

Chinchón
(Madrid)

Es uno de los pueblos más pintorescos y de mayor personalidad de la Comunidad de Madrid, su emplazamiento tan cerca de la capital (45 Km de Madrid) no ha impedido que conserve su singularidad.

Sus paisajes pardos, grises y ocres, racimos de casas agrupadas en cerros que cobijan su singular Plaza Mayor y sus callejas intrincadas recorren la vida y la historia del pueblo.



Su bella Plaza medieval es el monumento más emblemático de Chinchón. De planta irregular data del siglo XV y esta guarnecida por casas de dos y tres alturas con balcones corridos, ha sido y es escenario de múltiples actividades y espectáculos.

Además de su característica Plaza Mayor, destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (1534-1626), que fue saqueada e incendiada por las tropas napoleónicas en 1808.
 




La iglesia actual se terminó de reconstruir en 1828 y es una mezcla de estilos gótico, plateresco, renacentista y barroco. En su interior se guarda el magnífico cuadro de La Asunción de la Virgen, pintado por Goya.



Otras construcciones de interés son: el convento de las Clarisas, del siglo XVII; la Torre del Reloj, perteneciente a la antigua iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia y restaurada en 1856; y los restos de un castillo del siglo XV, reconstruido entre 1590 y 1598 por el III Conde de Chinchón e incendiado también en 1808 por los contingentes de Napoleón.



En el centro de la villa llaman la atención las casonas nobles con blasones y las casas solariegas con bellos patios y galerías soportadas por columnas dóricas, jónicas, toscanas o con bases de piedra y pies derechos con zapatas.




domingo, 26 de julio de 2009

Templo de Debod (Madrid)

Templo de Debod
(Madrid)


Situado en Madrid, al Este de la Plaza de España, en el Paseo del Pintor Rosales, (Parque del Oeste) en un alto. Está orientado (como originariamente) de este-oeste. El templo se halla en la actualidad restaurado y sus partes inexistentes, reconstruidas. Consta de una serie de estancias que se pueden visitar. El mejor momento para admirarlo desde el exterior es a la caída de la tarde.
 

El Templo de Debod fue un regalo de Egipto por la ayuda española en el año 1968, tras el llamamiento internacional realizado por la UNESCO, en el salvamento de los templos de Abu Simbel, en Nubia, ya que se iba a construir la presa de Asuán. Egipto donó cuatro de los templos del salvamento a distintas naciones colaboradoras: Dendur a EE. UU., Ellesiya a Italia Taffa a Holanda y Debod a España.
 

El templo de Debod se encontraba situado en la pequeña localidad que llevaba este nombre (Debod), en las orillas del río Nilo, muy cerca de la primera catarata, en la Baja Nubia (país del oro), al sur de Egipto.
 

Muy cerca, en la isla de Filé, se encontraba el gran santuario de la diosa Isis. El templo de Debod formaba parte de ese santuario, aunque su culto estaba dedicado al dios Amón. Se le calcula una edad de 2200 años construido por el rey nubio Adijalamani de Meroe
 
En el año 1960 se instituyó en España un grupo de salvamento que colaboró en la excavación de los yacimientos de Nubia en Egipto y en Sudán. Pero las obras de excavación en los cimientos del templo de Debod no se llevaron a cabo por el Comité Español sino por el Servicio de Antigüedades de Egipto.

Una vez desarmado el templo en 1961, lo llevaron a la isla Elefantina (que estaba situada frente a Asuán). Allí se quedaron todos sus bloques de piedra hasta el mes de abril de 1970 en que de nuevo viajó hasta Alejandría.


En junio de ese mismo año, las cajas embaladas conteniendo los bloques del templo de Debod fueron embarcadas en el Benisa y llegaron al puerto de Valencia (España). Desde Valencia fueron trasportadas en camiones hasta Madrid, donde se almacenaron en el solar del Cuartel de la Montaña.

La tarea de los arqueólogos españoles fue difícil pues el Servicio de Antigüedades de Egipto sólo entregó un plano y un croquis del alzado del monumento, más algunas fotografías sin referencia de ninguna clase. Más de cien bloques habían perdido la numeración y muchos fragmentos llevaban una marca que no correspondía al plano.



En primer lugar se construyó una base de piedra con el fin de aislar los bloques originales del templo. Sobre esta base se empezó la reconstrucción, siguiendo la técnica llamada anastylosis, es decir colocando en su lugar los elementos originales encontrados y añadiendo las partes de reconstrucción con una piedra de diferente color, para distinguir los elementos antiguos y originales de los nuevos. La piedra se trajo de Salamanca.

Algunos bloques exteriores fueron tratados químicamente para protegerlos y reforzarlos. En el interior del edificio se instaló aire acondicionado caliente para crear una atmósfera seca parecida al clima de Nubia. Y como recuerdo al río cercano que tuvo el templo, construyeron un estanque de poca profundidad, a lo largo de los tres portales de acceso al templo. Los trabajos de reconstrucción del monumento duraron dos años. Fue inaugurado el 20 de julio de 1972 por el alcalde de Madrid.

Rastro de Madrid

Mercadillo de El Rastro
(Madrid)




Es un mercado céntrico, al cual se accede con mucha facilidad. La zona está cerca de la Plaza Mayor y se puede llegar a pie desde la Puerta del Sol. Las comunicaciones son buenas, tanto en Metro como en autobús. Quien pasa por Madrid se reserva una mañana festiva para ir al Rastro de 9 a 15 horas. El público pasea, compra lo imprevisto junto con lo que busca, regatea un poco, va a beber un chato de vino con tapas en los bares de la zona y se muestra siempre alegre bajo el sol o la lluvia porque durante unas horas está en un mundo atractivo y diferente.


Los vendedores montan sus puestos a partir de las 8 horas y, a las 15 horas, los empiezan a desmontar. De 9 horas a 15 horas, el público tendrá a su disposición este simpático mercado durante 6 horas de disfrute.



En el Rastro de domingos y festivos, hay ruido humano pero no hay coches. Es zona peatonal. Los puestos no están sectorizados, si bien es verdad que los artesanos tienen tendencia a juntarse en la Plaza de Cascorro.

Hay tabernas, cervecerías, cafeterías y restaurantes. En la Plaza de la Cebada, en época de buen tiempo, se instalan terrazas. Conviene llevar la cartera bien guardada porque, como en todos los sitios donde acude mucha gente, los ladrones se mezclan al público.

Aquí la gente viene a olvidarse de sus problemas cotidianos y a pasar unas horas agradables, incluso si hace mal tiempo. El Rastro ha llegado a ser un acontecimiento festivo habitual en Madrid.

Desde los años 80 hasta el año 2000, por orden de los alcaldes sucesivos, se reordenó el Rastro. Se restringió la extensión del Rastro a los domingos y festivos. Los puestos permanentes de los días laborables fueron aparcados hasta su total eliminación. Hoy en día, el Rastro sigue protegido por sus clientes que lo quieren conservar en su forma tradicional sin grandes cambios.

“El Rastro de siempre” no es una realidad porque ha cambiado a lo largo de su historia. Pero el Rastro es un mercado que sigue en su sitio desde hace más de 500 años. Mientras sea así, será una prueba de que el deseo del Pueblo tiene más poder que la política que siempre cambia.

El Rastro no es patrimonio del Ayuntamiento de Madrid. Sus sucesivos alcaldes no deben remodelarlo constantemente ni desplazarlo a su antojo cuando molesta sus proyectos urbanísticos. Su obligación es protegerlo con una seguridad ciudadana adecuada para los más de 100.000 visitantes que a él acuden cada vez que se celebra.





domingo, 24 de mayo de 2009

Tablas de Daimiel

Tablas de Daimiel
(Parque Nacional)


Es un parque que protege el humedal homónimo. El parque nacional se encuentra situado en los términos municipales de Daimiel y Villarrubia de los Ojos (en su mayor parte), en la provincia de Ciudad Real, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.


El nombre dado a este paraje: "Las Tablas", no es caprichoso, sino que responde al nombre de un ecosistema, en otros tiempos muy extendido en la llanura central de la Península Ibérica, y especialmente en La Mancha, y del que lamentablemente sólo queda este resquicio. Las tablas fluviales son desbordamientos de los ríos en sus tramos medios, que provocan grandes encharcamientos, debido a la escasez de desniveles en el terreno.

Su carácter especial viene dado por su formación en la confluencia de los ríos Guadiana (permanente de aguas dulces) y Cigüela (estacional, de aguas salobres). Esta característica hace de las Tablas de Daimiel un ecosistema singular, único en su genero, proporcionando una gran diversidad ecológica.






FAUNA

La fama de las Tablas de Daimiel , se debe sobre todo a su avifauna. Muchas familias de palmípedas y zancudas habitan aquí, pasan temporadas o hacen un alto en las tablas en sus migraciones. La anátida más común es el ánade real, que se reproduce y vive en el parque de modo sedentario. El pato colorado permanece en lagunas permanentes y profundas, donde puede asegurarse el alimento. Al ánade silbón, aunque prefiere las aguas costeras, se le puede observar en invierno, y sobrevolando los cielos manchegos en los pasos de marzo y octubre. El porrón común puede verse a lo largo de todo el año, y algo más difícil de observar es el ánade urbano, que sólo sale de noche.

La cerceta común por el contrario, puede encontrarse en cualquier laguna. Prefiere las aguas someras, y es junto al pato cuchara, el más abundante de los patos invernantes. La cerceta pardilla es característica por su plumaje marrón con manchas oscuras. El ánade friso esta presente durante todo el año. No faltan las fochas y pollas de agua. También se pueden divisar otras especies relativamente escasas en la península ibérica; todos ellos estrechamente vigilados por el aguilucho lagunero. La cigüeñola, el chorlito y el andarríos.

Entre los reptiles, destacan las culebras de agua, culebra viperina, la culebra de collar, la culebra de escalera y la culebra bastarda; es relativamente abundante el lagarto ocelado y la lagartija colilarga.

La fauna piscícola ha sido quizás una de las más afectada como consecuencia de las desecaciones. De inmediato se redujeron visiblemente las poblaciones de carpas, barbos, lucios, etc. Igual suerte corrieron los anfibios como el sapo común y el corredor, la rana común y la de San Antonio, característica esta última por su llamativo color verde, adornado en el lomo con franjas blancas y negras. Tampoco fueron buenos tiempos para los gallipatos, tritones y salamandras, diezmados estos últimos en un primer lugar por el lucio y después por el cangrejo procambarus (vulgarmente "americano"), verdadero azote de las aguas encharcadizas. 





La abundancia de la fauna acuática permitía la presencia de algunas especies de mamíferos como la nutria, la rata de agua, etc. Y ya en terreno firme el jabalí, el zorro, el turón y la comadreja.

 
 








FLORA

El entorno de las tablas ha ido cambiando en los últimos años fruto de la evolución económica de la comarca, que ha llevado prácticamente a la desaparición de los ricos encinares y pastizales de otros tiempos, en favor de una agricultura de regadío en la que predominan los cereales y viñedos, y que resumen, de un sólo golpe de vista, la sobreexplotación del acuífero.

Abunda las altas herbáceas como el carrizo (Phragmites australis), que en las zonas más hundidas comparte espacio con las eneas (Typha domingensis), formando manchas de extensión irregular en la superficie del tablar. El carrizo se adapta con gran facilidad a los cambios ambientales, y tiene gran poder colonizador, por lo que en los últimos años ha ido ganando terreno a la masiega.
 
 

El elemento vegetal de mayor interés ecológico es, sin embargo, el de las comunidades acuáticas, que sirve de alimento a las aves y especies acuáticas, además de cobertura a las larvas de los insectos y anfibios. Estas especies vegetales son diferentes dependiendo de la composición mineral de las aguas y de la velocidad de la corriente. Así en las aguas tranquilas y someras es fácil encontrar praderas de chara, la ova más común. En las aguas del Guadiana, de mayor corriente, hay otras clases de ovas, y largas madejas de algas. La jopozorra enraiza en el fondo de las aguas remansadas y crece hasta la superficie. Los ranúnculos forman grandes comunidades que en primavera florecen cubriendo de flores blancas las láminas de agua.

La única especia arbórea del interior del Parque es el taray (Tamarix), también llamado taraje, o tamarisco; lo que en realidad, más que árbol, puede considerarse como un arbusto, debido a su poco porte. Es de la familia de las tamaricáceas, y se caracteriza por sus tortuosas ramificaciones, que llegan ha enraizar en el suelo. Tienen ramas mimbreñas de corteza rojiza; hojas glaucas, menudas, abrazadoras en la base, elípticas y con punta aguda; flores pequeñas, globosas, en espigas laterales, con cáliz encarnado y pétalos blancos.